sábado, 9 de marzo de 2024

 A MI CAMARADA JOSÉ RUIZ "EL BORREGO"



De Bertolt Brecht, el poeta y dramaturgo alemán es aquel poema que terminaba diciendo que los que luchan toda la vida son los imprescindibles… De haberte conocido, Brecht podría habértelo dedicado. Pero, es seguro, que cuando lo escribió estaba pensando en personas como tú. En personas como José “El Borrego”.

Imprescindible sí. Imprescindible para el movimiento obrero. Imprescindible para las Comisiones Obreras. Imprescindible para el Partido Comunista de España. Imprescindible para el Ayuntamiento de Trebujena. Imprescindible para el pueblo de Trebujena. Imprescindible hasta para los bancos de la plaza con el periódico (Cuando todavía los vendían en papel) debajo del brazo.

Imprescindible, camarada.

Imprescindible, compañero.

Imprescindible, amigo.

He estado buscando en el fondo de mis recuerdos desde cuando te conocía y no he encontrado una fecha… Hace ya tantos años…. Sólo sé que yo era un jovencísimo militante de la Juventudes Comunistas y tú eras de los jóvenes militantes del PCE.

Mis recuerdos no te ven allí porque por entonces yo era prácticamente un niño, pero el 9 de diciembre del año 1969, se iniciaría la huelga de la viticultura en el Marco de Jerez (La de la “poa”), que duraría 45 días que lograría un salario de 300 pesetas y que el tiempo de traslado al tajo fuera por cuenta de la empresa, pero estoy seguro que tú, José ya participaste en ella y estuviste a la puerta del Cuartel de la Guardia Civil.

Te recuerdo formando parte de aquel grupo de ocho concejales que entraron por primera vez en el Ayuntamiento en 1979 con apenas treinta años. Sin saber nada de ayuntamientos, con unos escasísimos presupuestos y con todo por hacer, comenzasteis una titánica tarea en la lucha por hacer un pueblo habitable y se consiguió, vaya si se consiguió. Fruto de aquel trabajo es el edificio del Ayuntamiento tal y como hoy lo conocemos, pero cuando entrasteis, el edificio no era más que dos habitaciones para los seis funcionarios de la administración, un despacho para el Secretario y otro para el Alcalde y un minúsculo Salón de Plenos con apenas sitio para acoger a la Corporación Municipal.

Pero el hacer de los militantes comunistas ya llevaba tiempo gestionando el Empleo Comunitario y sobre todo luchando porque los fondos llegaran cada Semana.

Te recuerdo en el 23 de febrero de 1981, un lunes, por la tarde reunidos en la sala de arriba de la Sede y la apresurada carrera de Pepe García subiendo las escaleras con un transistor en la mano y diciendo jadeante, por la carrera, un golpe de estado, hay un golpe de estado. Y como se interrumpió la reunión y nos fuimos para el Ayuntamiento.

Te recuerdo, José, con las Comisiones Obreras, negociando los convenios colectivos del campo y la viticultura y en los tajos del empleo comunitario, y un autobús para Cádiz a ver al Gobernador Civil.  Y así un día y otro. Un año y otro trabajando por aquello en lo que siempre creímos: la lucha diaria de los trabajadores, la lucha de la clase obrera. Una batalla en la que siempre hay algo que hacer mientras que en el mundo siga habiendo injusticia. Mientras que siga habiendo pobres y ricos. Mientras haya un mundo de riqueza frente a otro que pasa hambre.

Te recuerdo José, militando con todos. Los de antes, los de ahora  y con los que ya nos empujan al relevo. Defendiendo siempre los intereses de los que somos más y tenemos menos.

Te recuerdo José cada Primero de Mayo, somos el único pueblo que cada año organiza su propia manifestación y vamos al cementerio a dar nuestro homenaje a los asesinados en la Guerra Civil, y ahora, aunque hayamos tardado (quizás demasiado en hacerlo) ahora estamos devolviendo la dignidad que le arrebataron al fusilarlos, a esas 76 personas que fueron asesinadas y arrojadas de cualquier forma a una fosa común.

El Primero de mayo fue instaurado en reclamación de las 8 horas de trabajo y fijaros que 130 años después siguen existiendo jornadas interminables, inhumanas. Siguen existiendo trabajadores que no cotizan a la seguridad social o que lo hacen por la cuarta parte de los tiempos que trabajan. Siguen pagando sueldos de miseria y parados, muchos parados y en él contrapunto, las grandes fortunas, en estos años de crisis, siguen amasando cada vez más dinero. Las grandes empresas siguen obteniendo cuantiosos beneficios, mientras sus trabajadores son explotados sin compasión.

Por eso no sólo el primero de mayo, sino todos los días del año tenemos que coger nuestras banderas para decir alto y claro que no nos rendimos, que queremos cambiar esta sociedad de injusticia en la que se tira la comida mientras en otro lado se pasa hambre; donde se crean guerras sólo por intereses económicos sin importar los miles de inocentes que pierden la vida, sin dejar de lado esos miles de personas que se han visto obligados a abandonar sus raíces en busca de un refugio que muchas veces se les niega y malviven hacinados esperando en las fronteras.

Te recuerdo José cada año detrás de la barra en la Caseta de Comisiones, en la del Partido y en la de la Cooperativa de Consumo o haciendo el turno en la barra de la Sede. ¿Cuántos tunos habremos hecho?...

Te recuerdo José yendo cada mañana a abrir la sede de Comisiones, respondiendo consultas sobre el convenio, sobre los convenios… Sobre los derechos de los trabajadores. ¿Cuántas dudas habrás resuelto? ¿A cuentas personas habrás ayudado con la solicitud del desempleo…?

Te recuerdo, José en todas las movilizaciones, donde siempre hemos estado y seguimos estando, con la lucha de los trabajadores, no hay cosa que sepamos hacer mejor. Somos clase obrera y se nos nota, queremos que se nos note. Por eso no hay colectivo en Trebujena con el que no hayamos estado a su lado. Por eso secundamos con éxito las huelgas generales. Por eso estamos cada 1º de mayo en la calle, con la mujer trabajadora el 8 de marzo, contra la violencia de género en noviembre, por eso siempre estamos en la lucha, Y así seguiremos, es nuestra esencia.

Te recuerdo, José como el buen hombre que eres, porque eso de la bonhomía no es más que una cualidad de la personalidad y un rasgo que puede advertirse en la conducta de aquel que dispone de esta característica porque actúa de manera solidaria, compasiva y honrada.

Voy a terminar con unos versos del poeta sevillano Luis Cernuda que dedicó a un antiguo soldado de la Brigada Lincoln, que combatió en España por la verdadera libertad del hombre.

 

  Gracias, Compañero, gracias

  por el ejemplo. Gracias porque me dices

  que el hombre es noble.

  Nada importa que tan pocos lo sean:

  Uno, uno tan sólo basta

  Como testigo irrefutable

  De toda la nobleza humana.

 

Muchas gracias.

Trebujena, mayo de 2022