sábado, 26 de abril de 2014

MIguel Campos Varela "El Maestrito"

Tengo que decir que el hilo conductor de lo que os voy a contar lo escribí, hace ya casi veinticuatro años, con ocasión de la edición de un número especial del Boletín Informativo del Comité Local del PCA ONDA ROJA. Por eso es posible que muchas de las cosas que vaya diciendo os suene a alguno de los que estéis aquí. Otros probablemente ni siquiera habíais nacido. Quiero decir también que gran parte de las cosas que contaré se las debo a los camaradas Virginia y Calegio, ya fallecidos, a los que es de justicia recordar y al camarada José de la Pelona, que fueron los artífices reales de aquella narración a la que luego dí forma y a los que con seguridad volveré a mencionar más adelante.

Ni que decir tiene, que si me he atrevido a hacer esta intervención es principalmente por las muchas cosas que compartí con el camarada Miguel y también por el especial cariño que le tengo a Rosario, su compañera. En mi casa, enmarcada, conservo aquella foto que nos hicimos los cuatros Miguel y Rosario, mi mujer y yo, con la bandera del partido en la fiesta del PCE del año 1982 a la que fuimos a trabajar como militantes.


Por anticipado pido disculpas si en algo puedo meter la pata, pero les garantizo que todo está hecho desde el sentimiento.

Dijo Bertolt Brecht : “Hay hombres que luchan un día y son buenos. Hay otros que luchan un año y son mejores. Hay quienes luchan muchos años, y son muy buenos. Pero hay los que luchan toda la vida, esos son los imprescindibles”.
Esa es la frase que, junto a la hoz y el martillo del Partido Comunista de España, figura en una lápida en un pequeño panteón familiar situado a la entrada del cementerio municipal. Casualmente un tipo de sepultura autóctona de Trebujena que se encuentra incluida en la base de datos del Patrimonio Cultural de Andalucía. Un panteón delante del cual los trebujeneros recordamos cada Primero de Mayo a nuestro compañero y camarada “Maestrito”.

Pero ¿Quién era Maestrito?

Miguel Campos Varela, nació en Trebujena el día 9 de Diciembre de 1932. El segundo de seis hermanos, vivió su infancia en la calle llamada hoy Doña Amparo Salazar, que era precisamente su abuela paterna; una maestra de escuela destinada a Trebujena, que vino a casarse con un trebujenero para asentar aquí definitivamente su vida. Su padre era zapatero de profesión, aunque ello no significaba que fuese este su único trabajo, ya que, también trabajaba en el campo.

Ya de niño, Miguel demostró una personalidad inquieta y cuentan sus amigos que durante algún tiempo tuvo una gran afición por los toros y que quiso ser torero. Escondía a sus padres los útiles del toreo y a hurtadillas, como un maletilla cualquiera, se iba a torear. Ello le valió más de un revolcón. Luego le pedía a los amigos que le curaban que no dijese nada a su madre hasta la mañana siguiente.

La personalidad inquieta del Maestrito estaba íntimamente unida a una gran humanidad y a un gran sentido del compañerismo. Así sabemos que en una ocasión se enfrentó a los Guardas de Campo porque estaban maltratando a un anciano: "Lo libró de la paliza y se lo llevó a su casa a comer". Me contaron.

Durante su niñez, guardó los cochinos de una piara que tenía su abuela. Uno de sus amigos de entonces, José Ruiz Gatica ("El Cojo de la Pelona"), que también guardaba cochinos, cuenta que en aquellos tiempos de escasez y de hambre, le quitaba el pan a su abuela para dárselo a él que estaba muerto de hambre y que esto no era sólo con él, sino con cualquiera que estuviese en esta situación.

Cuando la emigración era la única salida, Miguel Campos también emigró en bastantes ocasiones. Así conoció los países extranjeros: Francia, Suiza y Holanda. Su compañerismo vuelve a ponerse de manifiesto allí, dos de sus grandes amigos de esta época, Antonio Arana Cabral y Juan Beato Rodríguez ("El Calegio" y "El Virginia") recuerdan que era el que les hacía de comer. Para preparar la comida del mediodía, sus compañeros le hacían que diese de mano una hora antes "pero a la vuelta al tajo cogía los liños que le correspondían y se emparejaba con los demás". Cuentan que a la cena de la noche, normalmente "papas fritas", Miguel empezaba a freirlas y a medida que iban saliendo de la sartén las iba repartiendo a cada uno para que no se enfriaran y que siempre su plato fué el último, cuando ya todos habían comido. Esta anécdota que muestra su talante ha seguido repitiéndose, así lo afirman quienes estuvieron con él en Palencia en la remolacha y en las papas.

No ha sido tampoco una sola vez cuando en la puerta de la sede ha repartido la fruta, las cebollas o cualquier cosa que trajese del campo.

Tan enemigo de la ostentación, tan amigo de la honradez, tan fiel compañero y tanta sinceridad, le hicieron siempre compartir cuanto tenía. Quizás por ello quienes trataron con él y quienes le conocían le respetaban y le querían. Su hermano Pepe Campos escribiría: “Tu vida , que como la de los grandes hombres ha sido breve pero fecunda, pletórica de generosidad , de sacrificios, de lucha, de honestidad, de sufrimientos…/… Hay que tener un corazón grande, por ese motivo no te entregaste, como solemos hacer la mayoría, sólo a tu familia y a tu casa: No te bastaba, eso era poco para ti; necesitabas amar más y te volcaste con todos: En ese corazón inmenso tuvieron cabida tu mujer y tus hijos, tus hermanos, tus amigos, los camaradas del Partido y sobre todos: los jornaleros, los parados…¡Los oprimidos!”

Gran trabajador, aprendió pronto y rápido todas las faenas del campo, de las que también llegó a ser un maestro. Pero también su actitud ante las injusticias y su rebeldía ante quienes intentaban atropellar a los trabajadores le valió que en más de una ocasión no le llevaran a trabajar a los campos, pero ésto ya forma parte de la otra historia, la historia de su vida política ..

El mismo, siempre diferenciaba dos cosas distintas : Una, ser político y otra: Hacer política. Decía, y así era, que él no era político, que él hacía política, que es distinto. Su "hacer política" siempre fue estar al lado de los trabajadores, en la vanguardia, defendiéndoles y luchando codo con codo.
"La persona que más me condujo a ser como soy, a pensar como pienso, fué mi madre, que sin tener mucho que ver con el pasado, fué una mujer que nunca olvidó la barbarie de aquel pasado y normalmente en los ratos libres, en mi casa, nos reunía a todos alrededor de la mesa, nos hablaba de aquel pasado, nos hablaba de la república y nos leía bastantes libros, al calor de la copa, entonces de picón y prácticamente fué la persona que me hizo crear un espíritu revolucionario, una forma de rebeldía ante los poderes y eso que desde chico, mi madre, no quizás con esa intención, nos explicaba , fué algo que se me fue metiendo dentro de mi cabeza y a partir de ahí empecé a pensar como pienso, a ser como soy. Yo creo que no soy del Partido Comunista desde que me afilié, yo era del Partido Comunista de mucho antes.

Empecé a trabajar en una viña, con catorce años, donde la gente que allí trabajaba, en el rato de ocio de la noche, sentado en el fogarín, normalmente se hablaba de política, se leía la prensa y se discutía de política, desde el capataz hasta el último peón y todo esto fue creando en mí mi forma de pensar, mi forma de amar a la Unión Soviética y mi forma de abrazar y de querer las ideas del comunismo".

Así se expresaba en una entrevista en Onda Roja en Agosto de 1987. Una de las pocas veces en que habló de su pasado, ya que ni siquiera a sus amigos más íntimos le gustaba contar su historia. Por cierto que pudo viajar a esa Unión Soviética. Aún recuerdo sus fotos en la plaza Roja de Moscú.
Y así debió ser, porque su actividad política y de lucha contra el régimen de Franco empezó desde muy temprano. Con apenas quince años, fué detenido la primera vez: la causa, un pasquín en una fachada del cruce de la carretera de Jerez contra Franco.

Me contaron que el primer contacto con el Partido Comunista lo tuvo Miguel a través de un fotógrafo (o al menos alguien que decía ser fotógrafo y que no hemos podido indentificar).

Este hombre contactó con algunos de los que habían estado escondidos después de la guerra civil y éstos lo enviaron a hablar con el Maestrito.

Posteriormente la emigración: "Fuí a la emigración y entonces, yo que creía que irse a emigrar a Francia, a un país que llevaba muchos años siendo un país libre, un país demócrata. Yo iba con mucha ilusión, porque creía que allí 'Ia clase obrera, los trabajadores eran más libres. Y no era cierto. Los trabajadores en Francia eran libres, siempre que pensaran políticamente, pero en el momento que en el tema reivindicativo, en defensa de sus derechos, de sus mejoras de trabajo, se retaban las empresas, se acababa la libertad y entraba la dictadura del capital.

Francia, Suiza y Holanda, fueron los países a los que emigró. De éste último país fué expulsado a causa de una huelga de brazos caídos reclamando para los emigrantes unas mínimas condiciones de vida que se equipararan a la de los holandeses.

Fundó las primeras células del Partido Comunista en Trebujena, que tenía contactos principalmente con Sanlúcar y Jerez. Se distribuía Mundo Obrero y escuchaban la Pirenáica.

Pero de todas formas, su gran batalla fueron las Comisiones Obreras del Campo, la gran huelga de los años sesenta, donde se consiguieron importantes mejoras salariales para los trabajadores del campo, trajo consigo la caída de manos de la brigada político social, de Miguel Campos y gran parte de la Organización Provincial del Partido Comunista. Asumió toda la responsabilidad y ocultó los nombres de los demás militantes del P.C. en Trebujena, lo que le valió la cárcel.
El Periódico la Vanguardia Española del  miércoles 10 de septiembre de 1971 escribiría: “Confirmadas penas por asociación ilícita. Persona no identificada, vecino de Jerez de la Frontera, perteneciente al Partido Comunista de España, tenía la consigna de hacer proselitismo. y consiguió, a finales de 1967, que se sumara al Partido Miguel Campos Varela, residente en Trebujena, también de la provincia de Cádiz, a primeros de 1968 Campos lograba que igualmente se afiliara al partido José Cordero Marchena. El desconocido, Campos y Cordero realizaron campañas de proselitismo aprovecharon Ias situaciones conflictivas para dejar constancia de la existencia del Partido, cotizaron periódicamente para la clandestina organización, mantuvieron relaciones con correligionarios de localidades próximas e intercambiaron propaganda con los mismos. Juzgados Cordero y Campos por el Tribunal de Orden Público, éste declaró probado todo lo anterior en su sentencia  y condenó a los procesados, como autores de un delito de asociación ilícita a Campos a un año de prisión, y a Cordero a nueve meses. Los condenados recurrieron contra el auto judicial y la sala segunda del Supremo ha desestimado sus recursos, confirmando totalmente el texto judicial recurrido.”

Posteriormente, ya en la legalidad, fue miembro del Comité Provincial y Regional del PCE, y de la Ejecutiva Provincial de Comisiones Obreras. Cargos que compartía con los de miembro de la Ejecutiva Local de CC.OO. y Comité Local, de los que fué Secretario en más de una ocasión. Y los viajes por la sierra gaditana en campaña y fuera de campaña en esos  Seat 127 del Aurelio y del Tito Camacho o en el dos caballos del Pepe o el Julio Naja. Nunca con prisa. Sabíamos cuando íbamos pero nunca cuando íbamos a volver,  porque siempre había algún camarada con quien continuar la conversación después de la reunión. Me acuerdo especialmente del Peri un camarada de Algodonales que venía a echar la vendimia en el campo Jerez y que alojábamos con otros compañeros en la planta alta de la Sede antes de la nueva construcción.

Siempre dispuesto a las decisiones del Partido. Fué elegido Concejal del Ayuntamiento en Abril de 1979, cargo en que permaneció hasta su lamentable muerte.

Diputado Provincial en la primera legislatura por la comarca de Sanlúcar, fué encargado de la asistencia social. Dejando un grato recuerdo de su estancia entre los trabajadores de los centros asistenciales de la Diputación el que os habla fue testigo de la afabilidad con la que lo recibían siempre las monjas del Hogar de los Dolores que cuando se enteraron de que un Diputado Comunista se iba a hacer cargo del hogar se echaron a temblar, pero que los hechos y la nobleza de Miguel le llevaron luego a un quererlo con respeto. En el año 96 ó 97 tuve ocasión de volver a ese Hogar de Los Dolores y todavía recordaban con cariño a don Miguel el Diputado Comunista de Trebujena.

Pero ser Concejal y Diputado no le hizo apartarse nunca de su gente, de la lucha, en septiembre de 1984 organizamos la marcha a Sevilla por el regadío de las marismas y Diario 16 escribiría de boca de Miguel Campos “No vamos a Sevilla para hablar de empleo comunitario o del PER, vamos a hablar de que la inversión pública del Plan de Empleo Rural  se invierta en el regadío de las marismas, ya que generar esos puestos de trabajo urge más que arreglar calles o reparar comisarías de policía”.  También Mundo Obrero reproduciría sus palabras: “Estamos en una zona muy rica donde, con un buen regadío se puede producir un aprovechamiento integral…” Saco esto a colación porque me cuenta que en estos días se ha escrito por las redes sociales que el Maestrito no estaba a favor del regadío de las marismas de Trebujena y a mi me parece que aquí viene a cuento aquella frase que dice “Soy responsable de lo que hablo, no de lo que usted entiende”. Lo que si es cierto es que a Miguel no le gustaba la forma en que se gestionaron las parcelas de la vecina Lebrija, pero para eso tendríamos que hablar también de su apuesta por el Cooperativismo como forma de economía social. Y justo es recordar aquí la fundación de la Cooperativa de Consumo Colobona que fue el buque insignia del Cooperativismo Trebujenero, aunque luego, cuando dejamos de lado el voluntarismo y el espíritu solidario con que se creó y la convertimos en pura economía de mercado, la dejásemos morir tristemente. Si todos hubiésemos entendido bien su valor solidario y cooperativo seguramente en estos tiempos que corren ahora hubiera sido un instrumento útil para muchas cosas.

En Junio de 1987, sufriría en sus propias carnes la derrota de Izquierda Unida en las municipales de Trebujena. El Partido decidió, muy a pesar de Miguel, que fuese el candidato a la Alcaldía y pagó con creces los errores de su Partido en una inmerecida derrota que por mucho, que sus camaradas le acompañaran, soportó, como tantas otras cosas, en solitario llenándonos de ánimos a los demás. Recuerdo perfectamente como al día siguiente de las elecciones del 87, en la sede, no pude aguantar más la tensión y me fui con las lagrimas en la cara a un rincón y allí se vino él detrás de mi me echó el brazo por lo alto y me dijo: “Las próximas las ganamos. Nosotros siempre con los trabajadores y las ganamos” Y así fue aunque él no pudiera verlo. Por entonces Juan Oliveros diría: Esa será siempre la deuda que el pueblo de Trebujena tendrá con él, puesto que nadie en la historia de este pueblo podía, por méritos propios, ser el alcalde de Trebujena mejor que él”

Sin un mal reproche, con el análisis frío y sereno y dispuesto a trabajar siempre. Lo mismo cogía el cepillo para barrer la plaza después de quitar la caseta de feria que le hablaba a los trabajadores de sus propios problemas en su propia lengua. Disciplinado, muy disciplinado con las decisiones colectivas del Partido. Manuel Gómez de la Torre Secretario Provincial del PCA en 1990 escribiría: “Desde su militancia responsable, desde su voz inconfundible, Miguel va a seguir representando la dignidad de una clase que en su lucha diaria construye paso a paso la utopía necesaria”.

Un trabajo que se vió interrumpido por una cruel enfermedad a principios de Diciembre de 1990, que le llevaría al quirófano de inmediato y aún, recién operado, de vuelta ya a Trebujena, demostró su vida de siempre, su estar en todo momento al lado de los trabajadores. Con una gorra de pana y la cabeza rapada, acudiría a una concentración de trabajadores en la plaza del Ayuntamiento. En palabras de Pepe Mena: “ Siempre lo estaré viendo: Su voz grave y serena , la firmeza en sus intervenciones, crítico honesto, receptivo a todo lo nuevo, inteligente y luchador incansable. Tenía, como decía Lenín: El mejor ropaje de un autentico comunista, la firmeza sencillez y humanidad.

Después fué apagándose lentamente hasta que este nuestro camarada y amigo, nuestro fiel compañero y ejemplar hombre, descansó definitivamente en la madrugada del día 1 de Julio de 1990.

Aun después de muerto, tuvimos que soportar el pretendido desprecio de un Alcalde que no supo -o no quiso- estar a la altura de la grandeza de Miguel Campos. Ni ofreció el Ayuntamiento para su despedida ni nosotros se lo pedimos, después de su casa la penúltima etapa fue en la sede, en su sede, en su casa… y su hija escribiría:
Seguiremos tu lucha
te seguiremos a ti, porque
tu eres la la lucha
la esperanza, la paz…

El pueblo de Trebujena, sus camaradas, sus amigos y sus familiares lloraron  y siguen recordando su pérdida, por eso no es de extrañar que en el carnaval de Trebujena, que es siempre la crónica del pueblo, se cantasen al año pasodobles dedicados a Miguel. La comparsa “Donantes de Coplas” de la pluma de “El Pantorra” cantaría:
Maestro,
aunque ya guarde silencio
los trebujeneros recordarán siempre
aquel corazón que caliente
que firme y valiente luchó hasta el fin

Por su parte la comparsa hijos de la Mar con letra de Diego Rosado diría
Sabes que tardará mucho
en nacer en Trebujena
un MAESTRO en libertades
y tan puro en sus ideas.

En 1997 era la Chirigota infantil “Los fistros de la Pradera” la que, con motivo de la colocación de su monumento cantaría:
Todos lo conocieron por Maestrito
Hombre que por su pueblo siempre luchó
Que “peazo” tio fue ese hombre sencillo
Que a su apellido honró, siempre luchador

El año antes,  Marcelino Camacho, había descubierto la estatua que el Ayuntamiento junto con la Plataforma pro-monumento Miguel Campos Maestrito habían costeado con una suscripción popular e instalado en la plaza de su nombre, justamente en frente de donde hoy está la sede de Comisiones Obreras. 
Del manifiesto promonumento entresacamos. “ consciente de que por mucho que hagamos siempre será poco para resarcir al compañero Miguel por su lucha diaria y totalmente desinteresada, y aún a sabiendas de que él nunca esperó nada a cambio por su trabajo, y menos aún un homenaje a su persona de estas características. No obstante creemos que lo mínimo que podíamos hacer en recuerdo de su memoria, de su inquebrantable voluntad de trabajador comprometido hasta las últimas consecuencias y a su intachable y difícilmente igualable grado de moralidad y humanidad, era contribuir a la construcción de dicho monumento, así como hacer extensible esa posibilidad a todo el pueblo de Trebujena y lo que es más importante, hacer que la figura y trayectoria de Miguel se siga conociendo en las generaciones venideras.

Ya en el año 94 la comparsa Truanes había escrito un pasodoble que reivindicaba:

Por más que busco no encuentro
el busto de un luchador
que le decían Maestro
y se llamaba Miguel.
Bien se merece un recuerdo
por su forma de actuar
que le sirva a nuestro pueblo
como espejo de coherencia y libertad.

Lamentablemente fue un pasodoble piloto que por cambios en la música luego no se llegó a cantar.

Voy terminando con un párrafo escrito por Felipe Alcaraz: “ Volverá a sonar el cañón de proa del “Aurora” y tal vez desate una nueva forma de transformación, una gran alianza de la gente conquistando  su futuro pero ahí estará sin duda “Maestrito”, porque su lucha no se pierde, no se ha perdido: Su lucha es nuestra lucha”

Y bueno sería que en estos tiempos confusos y convulsos la clase obrera y sus organizaciones supieran converger en los puntos de encuentro, en los puntos de lucha. Bueno sería que fuesemos generosos y humildes y dejásemos de lado las batallas entre nosotros. Bueno sería que no abonásemos la división de los trabajadores, porque sin buscar la unidad no seremos más revolucionarios sino que estaremos socavando nuestros propios cimientos. Bueno sería que tuviéramos siempre claro donde están los adversarios y no caer en sus continuas trampas. Los que ya llevamos años en esto sabemos que nuestra lucha es de largo recorrido.

Como dijera Don Quijote: “Por la libertad, así como por la honra, se puede y debe aventurar la vida”. A ello dedicó Miguel Campos toda su vida a luchar por la libertad. Maestrito tenía los pies en la Tierra de Sancho y el idealismo de Don Quijote. Y esta combinación explota siempre en la lucha por la libertad, por la democracia y por los derechos de los trabajadores.

Muchas Gracias.
In memoriam
Miguel Campos “Maestrito”
1932 -1990

Trebujena, 26 de marzo de 2014

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